La Institución Educativa se encuentra entre el hecho de “una sociedad en crisis total” (política, social, económica, religiosa, artística, etc.), todo concurre a hacer del hombre del siglo XXI, un ser inquieto, preocupado de su futuro. Nos enfrentamos a una persona para el que todas las tradiciones, las normas de la moral, todos los sistemas filosóficos y los valores han sido puestos de nuevo en la palestra y discutidos, confrontados, controvertidos, analizados y criticados. Y es ahí donde se juega el replanteamiento de los valores sociopolíticos, en cuanto señalamos un porvenir mejor, que supone los aspectos deshumanizados, del pasado.
La institución se fundamenta en una filosofía humanista en la cual se tiene en cuenta el hombre en todas sus dimensiones. Económicas, sociales, culturales y religiosas para el proceso de la madurez y transformación de la sociedad para una sana convivencia.
El hombre debe ser visto como un ser dominador de la naturaleza, conocedor de las leyes que explican el universo, comprometido con el deber social y moral, un ser que enfrente la realidad desde su propia existencia pero sobre todo un ser productivo que genere su propia autonomía desde un ámbito social (MARX) y como un ser trascendente que busca mas allá de la propia personalidad de su deber ser (KANT).
Se entiende al hombre como un ser en proyecto único e independiente partiendo de ello, la institución ofrece las posibilidades para un desarrollo integral, teniendo como base: El saber, experiencia, vivencias, organización económica, social e institucional, costumbres, normas, valores y creencias para crear y transformar la cultura. No podemos enmarcar al hombre (estudiante) como un producto terminado y como un concepto mas del que podemos controvertir discursos.
En la medida en que el estudiante se hace (hombre), se encuentra a si mismo y encuentra el sentido de su existir; debe ser visto como una totalidad, un ser integral, y a la vez un ser pluridimensional, un ser capaz de vivir se presente sin olvidar su pasado y enfrentando su futuro (ser histórico).